Duro no, durísmo. Así se puede calificar a la decimoséptima edición del Rallye del Bierzo. Tramos rotos, muy sucios y resbaladizos fueron los que afrontaron los participantes, y si a todo ello se le suman condiciones metereológicas cambiantes, la dureza y dificultad de los tramos se ve multiplicada.De entre todos, quien mejor supo defenderse y salvar las dificultades fue el equipo formado por los locales Javier Arias/Rafa Garcia, que estrenaban su nuevo Ford Focus WRC y no lo podían hacer de mejor manera. Se aprovecharon de los errores de sus rivales y conforme estos fueron cayendo se colocó en cabeza para no abandonarla hasta el final cuando en el TC-4, los líderes destacados hasta el momento, Jonathan Pérez/Enrique Velasco, se equivocaron con la monta de neumáticos y pegaron de frente contra un muro dañando de gravedad el Peugeot 207 S2000 que estrenaban con la intención hacer kilómetros de cara al Nacional de Asfalto. En principio, a falta tan solo de dos semanas para la primera prueba del Nacional en tierras alicantinas, es una incognita si el vehículo podrá estar reparado a tiempo para la cita.
El segundo lugar lo ocupaba el primero de los nuestros. Dani Marbán/Rafa Flores con su Seat Córdoba WRC acabaron a 1'37'' de Arias, no llevando un ritmo de carrera excesivamente alto, pero sí sabiendo conservar, lo que dadas las circunstancias parecía lo más sensato.
El tercer cajón del podium era para el EVO VI de Fco. Javier Carrecedo/Marta Carrecedo, que terminaron a 47'' del menor de los Marbán. Este tercer puesto quizás fue el más disputado ya que el equipo del Team Repauto estuvo amenazado por los hermanos Del Rincón hasta el TC-5, tras el cual finalizado este tan sólo perdían 10'' y estaban realizando un rallye muy agresivo con su Citroën C2 GT hasta que en el TC-10 tuvieron una salida de carretera tocando con una piedra que les privó de la lucha por el tercer puesto y les obligó a abandonar.
Quien también tomó parte en esta disputa, tras el abandono de los hermanos Del Rincón, fueron Gorka Antxustegi/Gabri Suárez, que se marcaron un espectacular segundo scratch con su Suzuki Swift Sport de Gr. A en el TC-6 tan sólo por detrás de Javier Arias, que le acercó a tan solo 4'' de Carrecedo. Finalmente en el último tramo de 400 m. en Ponferrada, en el que se otorgó el mismo tiempo a todos los participantes, obtuvo una meritoria 4ª posicion final por delante de vehículos de mayores prestaciones. En quinto lugar finalizaba Carlos Fernández/Jorge Osete con su Peugeot 206 RC, que se vió superado por Antxustegi tras el TC-6 por tan solo 7'' de diferencia. No obstante una meritoria posición para el piloto castellanoleonés.
En el resto de participnates no podemos decir que los nuestros tuvieran demasiada fortuna. Ángel Domenech tuv que abandonar por problemas en su EVO IX cuando tan sólo llevaba recorridos 2 km. del primer tramo. Alberto Monarri abandonaba en el segundo tramo cuando marchaba líder por problemas en la bomba de gasolina de su EV X. Jose Marbán no tuvo en ningún momento ritmo de carrera y acabó en la 8ª posición, nada acorde con su montura. Alberto Sansegundo tras pinchar en el tercer tramo y perder más de 5 min. optó por realizar un par de tramos más y ante la falta de posibilidades de entrar en los puntos optó por abandonar y conservar la mecánica de su EVO IX.
Entre los Saxos de la G.P.R. finalmente sólo fueron cuatro los que tomaron la salida. Desde el primer momento, los más rápidos fueron Daniel Peñalva/Ignacio Manzano, que obtuvieron la victoria en la primera prueba puntuable para esta monomarca con 1'07'' de ventaja sobre Nacho Cayuela/Javier Zomora, segundos clasificados. En tercer lugar acababan Samuel Tercero/Fernando García, viéndose obligados a abandonar Pedro Escalente/Fernando Catalina.Otros madrileños que finalizaron la prueba con mérito fueron Pedro López/Javier Prieto con su Peugor 106 Rallye, finalizando en vigésimotercer lugar; Alejandro Jiménez/David Guijarro, llevando su Peugeot 106 S16 a la meta en vigésimosexta posición, así como los hermanos Cupeiro que finalizaron en trigésimocuarto lugar con su Fiat Cinquecento. Dada la dificultad del rallye y como se pusieron las cosas, terminar se convertía en todo un mérito.
